martes, 15 de marzo de 2011

Reseña del Foro Psicoanálisis y Democracia

Por Carlos Márquez

¿Es cierto que los psicoanalistas tenemos que decir algo sobre lo que acontece en nuestras sociedades? ¿En todo caso tendríamos que decir algo como analizantes, como ciudadanos, como habitantes? La pregunta es por lo que el psicoanálisis tiene para ofrecer de diferente respecto de otros discursos que hablan y hablan sobre este acontecer. Es más bien una pregunta por el rasgo distintivo, lo que hace que nuestro hablar no sea igual, si puedo forzar las cosas con este “nuestro hablar”. EL psicoanálisis daría el rasgo distintivo por el cual cada uno puede tomar la palabra, su modo de alienarse al discurso desde el cual se ubica. El rasgo distintivo del psicoanálisis sería el rasgo distintivo de cada sujeto que ha pasado o está pasando por su experiencia, su modo de padecer su lengua y su modo de soportar y hasta de superar este padecimiento. No hay un estilo psicoanalítico de hablar, estos son modas o modos de adaptar una lalengua a La Lengua. Hay más bien un estilo parletrero. En nuestro caso ¿cómo se constituye el estilo parletrero de los miembros de nuestra comunidad para hablar sobre lo contemporáneo en Venezuela y América Latina? Este es el silencio que habíamos estado guardando, en tanto comunidad, hasta ahora.

El jueves 24 de febrero se realizó el Foro “Psicoanálisis y Democracia” en el local de la Asociación de Psicoanálisis de la Sede Caracas de la NEL y como una actividad de nuestra Biblioteca “William Hobaica” de Psicoanálisis y Ciencias Humanas. Contó con la participación de Susana Strozzi y de Leonardo Pizani.

Primero tomó la palabra Leonardo diciendo: “No conozco este país”, basándose en una serie de historiadores, sociólogos y politólogos venezolanos nos llevó por la argumentación de este desconocimiento radical de un estado de cosas donde “el síntoma de cada quién está por encima del interés nacional” y “las agendas personales predominan sobre el orden simbólico” llegando a la interrogación por este efecto contemporáneo según el cual “las democracias occidentales ahora quieren controlar sociedades”. Lo cual según e Leonardo es más bien una característica de los totalitarismos.

En este periplo pasa por el significante “estado del disimulo” que acuñó el gran dramaturgo y cronista José Ignacio Cabrujas. Este trabajo fue presentado como un descubrimiento, como un efecto del inconsciente que se abre y muestra toda una nueva interpretación del estado de cosas donde el sujeto se desenvuelve. Y así mismo fue acogido por la audiencia del foro.

Luego habló Susana. Su trabajo fue una lectura comentada de partes de un texto que acaban de publicarle en la Revista electrónica del Departamento de Español y Estudios Internacionales. Universidad de Aalborg, Dinamarca Sociedad y Discurso. Dicho trabajo puede encontrarse en la dirección electrónica http://www.discurso.aau.dk/

Partiendo de la paráfrasis “Un fantasma recorre América Latina, el fantasma del populismo” comienza a interrogar la función del populismo en tanto fantasma, a cuestionar esta misma posibilidad y a ubicar a los neopopulismos en función del discurso del capitalismo contemporáneo más del lado del síntoma que del lado del fantasma. De este modo lo que aparece en el contenido manifiesto de determinados agentes políticos como una resistencia al proceso de globalización constituye más bien una respuesta adaptativa a sus reglas.

Luego hubo una muy buena discusión, en la cual cada uno que quiso hablar aportó y quedamos con ganas de hacer otro foro. Lo anunciaremos muy pronto, ya tenemos a los ponentes confirmados.